Estación intemperie
Ediciones Torremozas, septiembre 2020
I.S.B.N.: 978-84-7839-819-5
«Estación intemperie, de Tere Susmozas, nace de unos ojos abiertos a la experiencia más radical y desprotegida: la identidad, el cuerpo, el paso del tiempo, las múltiples formas de lo inhóspito, la incertidumbre, la esperanza. La voz que se extiende a lo largo de los relatos trata de pronunciar los secretos más íntimos, y hacerse cargo de los anhelos y los temores que no suelen reconocerse aun cuando son irrenunciables. A caballo entre el sueño como revelación y la vigilia colmada de imágenes que hacen virar lo real, se va conquistando la comprensión de uno mismo. El lector queda invitado a acceder a ese mundo por la doble vía del símbolo y la insinuación, un recorrido que pide ser completado. Entonces, muchas de esas intuiciones son las que uno descubre, sorprendido, como propias.»
Javier Sáez de Ibarra.
Sobre el libro
Revista Quimera,nº 447, por Gemma Pellicer
“Cabe decir que Tere Susmozas hace gala de una prosa rica semántica y formalmente, llena de recursos estilísticos, ya se trate de la “mise en abyme” de la estampa-prólogo, ya de la misma ilación con que va trenzando distintas imágenes en apariencia desconectadas para establecer, al cabo, un contenido poderosamente simbólico capaz de irradiar buenas dosis de misterio y desazón a partes iguales. Al cabo, la autora flirtea con lo decadente para crear significados oníricos de indudable hechizo.”
Revista Turia, por Javier Echalecu
«Quizá cada libro tenga un tipo de luz. Si así fuera, aquí deberíamos hablar de una luz casi metafísica. Y anochecida, claro. Los textos de Estación intemperie, dominados por lo visionario, lo alucinatorio, lo profético y lo fantástico, beben manifiestamente de la tradición surrealista y simbolista, y en ellos el sueño se presenta como un mecanismo de primer orden para desvelar las potencias ocultas de la realidad»
Diario de Navarra, por José Luis Martín Nogales, 07-01-21
“La literatura de Susmozas está hecha de imágenes alucinadas, que se alejan del realismo hacia lo imaginario. Su tono es reflexivo y perturbador. La autora construye escenarios que buscan sobre todo la capacidad de sugerencia a través de simbolismos inquietantes que derivan hacia el terreno de lo conceptual y abstracto”
ZasMadrid, por Javier Quevedo Arcos, 26-12-20
“Querríamos despertar de este sueño para volver cuanto antes a la piadosa mentira cotidiana, pero una vez despiertos, nada deseamos más que volvernos a dormir para regresar a esta intemperie, porque nada es tan intenso, tan hermoso como ella, no importa lo que inquiete. Como siempre en la buena literatura, aquí nos sentimos vivos. Quiero decir que en estas páginas la belleza no tiene nada de refugio, sino que, como tendría que ser siempre según la definición más certera que se haya hecho de ella —la de Rilke—, es todo lo terrible que uno esté dispuesto a soportar.”
Solidaridad Digital, por Esther Peñas, 16-10-20
«Imaginen un territorio ceniciento, con una luz que no calienta, donde huele a derrota e incertidumbre, un lugar en el que el tiempo envisca habitantes (también lectores), una ciudad que podría ser prontuario de catástrofes, pero con la dignidad de lo bello impregnando cada una de sus calles. Más o menos, Nox. Más o menos, Estación intemperie (Torremozas), de Tere Susmozas»